
Actividades de la vida diaria
Vivir con Parkinson puede ser un desafío al manejar las actividades diarias como vestirse, usar el baño, dormir y más. Utilizar diferentes apoyos, como dispositivos y equipos adaptativos, hacer modificaciones en la forma en que navegamos nuestro entorno y realizamos las tareas, y recibir apoyo del equipo de cuidado puede ayudar a aliviar esos desafíos.
Tecnología y dispositivos de asistencia
Los dispositivos y tecnologías adaptativas pueden ayudar a mejorar la seguridad y aumentar la independencia; sin embargo, es importante recibir orientación y entrenamiento de un terapeuta especializado para asegurar que cada herramienta se ajuste a tus necesidades específicas y se use correctamente.
Equipos Para Facilitar tu Movilidad
Si los síntomas de Parkinson hacen que te sea más difícil moverte, existen varios tipos de equipos que pueden facilitar la movilidad, como bastones, andadores y sillas de ruedas.
Cuidado Personal
Las herramientas adaptativas para vestirse pueden facilitar y hacer menos estresante el acto de vestirse para las personas con Parkinson. Artículos como ganchos para botones, ayudantes para ponerse calcetas y calzadores de mango largo ayudan a reducir el esfuerzo, ahorrar tiempo y favorecer la independencia.
Manejo de Medicamentos
Las herramientas para el manejo de medicamentos ayudan a las personas con Parkinson a tomar su medicación a tiempo, lo cual es clave para controlar los síntomas. Estas pueden incluir organizadores de pastillas, configurar recordatorios y establecer una rutina.
Comer y
Beber
El uso de diferentes herramientas para comer y beber, como utensilios con peso, puños universales, utensilios flexibles, mangos engrosados, protectores para platos y más, puede ayudar a aumentar la independencia al manejar síntomas como temblores o disminución de la fuerza de agarre.
Modificaciones y estrategias
Estrategias de Conservación de Energía
Recordar las 4P de la conservación de energía puede ayudarte a organizar tu día y completar tus actividades:
Planificar: Planea reunir todos los materiales antes de comenzar la actividad (como tener toda la ropa lista antes de vestirte o reunir todos los utensilios antes de cocinar). Evita realizar muchas tareas pesadas en un solo día y alterna entre tareas pesadas y ligeras.
Pausar: Escucha a tu cuerpo, no te apresures en completar todas tus actividades y descansa con frecuencia.
Priorizar: Decide qué tareas deben completarse primero o cuáles son de mayor prioridad.
Posicionamiento: Realiza las tareas sentado cuando sea posible para reducir la fatiga y evitar demasiadas inclinaciones. Usa ayudas para facilitarte las actividades (como un agarrador o ayuda para ponerse los calcetines).
Modificaciones en el Hogar
Hacer modificaciones en el ambiente puede ayudar a reducir el riesgo de caídas. Eliminar el desorden, quitar alfombras pequeñas y cables, reorganizar los muebles, colocar tapetes antideslizantes en la ducha, instalar barras de apoyo en el baño y colocar sensores de luz activados por movimiento pueden ayudar a aumentar la independencia y mejorar la calidad de vida.
Hay muchas más herramientas adaptativas que se pueden utilizar. Habla con un terapeuta ocupacional, un fisioterapeuta o un terapeuta del habla sobre las mejores opciones para ti.