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Rigidez
¿Qué Es la Rigidez?
La rigidez se refiere a músculos que están tensos o inflexibles, lo que puede impedir que se estiren y relajen correctamente, causando potencialmente dolor y una disminución en el rango de movimiento (movimiento de las articulaciones). Puede ocurrir solo en un lado del cuerpo, aunque algunas personas la experimentan en los dos lados. También puede presentarse el enmascaramiento facial, ya que la tensión puede dificultar que los músculos se contraigan y relajen, reduciendo la capacidad de hacer expresiones faciales, como sonreír.
Cómo Afecta la Rigidez la Vida Diaria
Las personas pueden experimentar rigidez o sensación de tensión con diferentes grados de severidad y presentación. Si tienes rigidez, puedes enfrentar diversos desafíos relacionados con el movimiento, lo que puede dificultar el moverte y realizar actividades diarias. La rigidez también puede causar dolor y incomodar al cambiar de posición.
Equilibrio: Puede que tengas dificultad para mover los brazos mientras caminas. Esto puede causar inestabilidad y aumentar tu riesgo de caídas.
Actividades diarias: Vestirse o escribir puede resultar difícil de hacer.
Fatiga: La tensión muscular persistente puede causar fatiga y una sensación de baja energía. La falta de sueño debido a la dificultad para estar cómodo durante la noche también puede aumentar la fatiga.
¿Cómo Puedo Manejar la Rigidez?
Existen diferentes opciones de tratamiento disponibles para ayudar con la rigidez.
Actividad física:
Establece una rutina diaria para asegurarte de hacer ejercicio, incluso en los días en que no te sientas motivado. Enfócate en ejercicios que destaquen el estiramiento muscular y la flexibilidad. Los ejercicios en silla y otras actividades de baja intensidad, como el yoga o el Tai Chi, pueden ayudar a mejorar el movimiento.
Terapias:
La terapia ocupacional, física, y del habla puede ayudarte a crear un plan de ejercicios que se adapte a tus necesidades y atender tus desafíos, recomendar modificaciones en el estilo de vida y el hogar, recomendar dispositivos y equipos adaptativos, y ofrecer estrategias de comunicación.
Medicación:
Habla con tu médico sobre tu rigidez y, si otras estrategias no funcionan, pregunta acerca de medicamentos que puedan ofrecer alivio.
Baños (o inmersiones):
Tomar baños tibios con sales de Epsom puede ayudar a relajar tus músculos, proporcionando alivio rápido de la rigidez y ayudando a mantener la función muscular por más tiempo.